viernes, 28 de mayo de 2021

Llegada del estío


 







Un reverbero de sol
pronuncia inusitados
diálogos en el herbazal.
Todo se detiene.


Las últimas flores
—mímica primavera—
perfilan su tránsito.
Todo se detiene.

La tierra se colma
de alientos generosos
e imperecederos halagos.
Todo se detiene.

Al otro lado,
junto al abedular,
hay un apéndice de frescor.
Todo se detiene.

Los ruiseñores cantan
—los escucho—
una oda de libertad.
Todo se detiene.

En el relente nocturno
se apacigua la sed,
se funden los abrazos.
Todo se detiene.

La noche hilvana
reclamos de búhos
al abrigo de espesuras.
Todo se detiene.

Hay cadenciosas pausas.
Me paro y observo...
El estío está al llegar.







Ángel Mora de las Heras


miércoles, 5 de mayo de 2021

Estival


 







El sol
ha estampado su luz
sobre el durmiente
y agrietado tejado.

Bajo sus paredes
—cuarteadas de olvido—
hay vitalicias perezas
de siestas bucólicas.

El estío invita,
con su vivaz resol,
a sosegadas charlas
y umbrosos placeres.

Surgen
acrisolados 
atardeceres
—pausadas plazas—
donde el agua se pronuncia.

Surge la vida
a ritmos flemáticos.
No hay prisas
en el horizonte.





Ángel Mora de las Heras