Se anudan las ideas
en cada extremo de la soga.
Se tornan imprudentes
las encrucijadas en su laberinto.
Solloza la voz
en un mundo orillado.
Los cormoranes lo saben:
buscan el cobijo de sus islas.
Al desatarse el nudo
se atisban alas de lucidez.
Vuelve la claridad
con formas equilibradas.
Regresan los ecos
a su travesía sin fronteras.
Retornan libres
las nuevas sensaciones.
Ángel Mora de las Heras