viernes, 11 de noviembre de 2022

Voy caminando


 



Voy caminando
con las mesuradas pausas
de la impasible paciencia.

Me gusta esta lentitud
sincronizada con los astros.

Nadie.
No hay nadie
para quebrar esta quietud.

¿Qué pasó?
¿A dónde se fue la presteza?
¿Dónde están los perturbadores
de la madre tierra?

Mejor lejos.
Mejor que no vuelvan nunca
los exterminadores del bosque.

Prosigo mi camino.
Miro al este, al oeste, al norte y al sur.
Y no hay nadie.

Solo las aves,
solo el lecho del arroyo,
solo los reposados árboles
bajo la noche tranquila.

Solo estos ancestrales campos
en comunión con los animales
y con el idioma del silencio.




Ángel Mora de las Heras